Antonio Machado
Anoche, cuando dormía
soñe, ¡Bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche, cuando dormía
soñe, ¡Bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas
blanda cera y dulce miel.
Anoche, cuando dormía
soñe, ¡Bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche, cuando dormía
soñe, ¡Bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
***
 Si yo fuera un poeta
 galante, cantaría
 a vuestros ojos un cantar tan puro
 como en el mármol blanco el agua limpia.
  Y en una estrofa de agua
 todo el cantar sería:
  'Ya sé que no responden a mis ojos,
 que ven y no se preguntan cuando miran,
 los vuestros claros; vuestros ojos tienen
 la buena luz tranquila
 la buena luz del mundo en flor, que he visto
 desde los brazos de mi madre un día'
 ***
  El Mar Triste
  Palpita un mar de acero de olas grises
 dentro los toscos murallones roídos
 del puerto viejo. Sopla el viento norte
 y riza el mar. El triste mar arrulla
 una ilusión amarga con sus olas grises.
 El viento norte riza el mar, y el mar azota
 el murallón del puerto.
 Cierra la tarde el horizonte
 anubarrado. Sobre el mar de acero
 hay un cielo de plomo.
 El rojo bergantín es un fantasma
 sangriento, sobre el mar, que el mar sacude...
 Lúgubre zumba el viento norte y silba triste
 en la agria lira de las jarcias recias.
 El rojo bergantín es un fantasma
 que el viento agita y mece el mar rizado,
 el fosco mar rizado de olas grises.
***
Cenit
  Me dijo el agua clara que reía,
 bajo el sol, sobre el mármol de la fuente:
 si te inquieta el enigma del presente
 aprende el son de la salmodia mía.
 Escucha bien en tu pensil de Oriente
 mi alegre canturría,
 que en los tristes jardines de Occidente
 recordarás mi risa clara y fría.
 Escucha bien que hoy dice mi salterio
 su enigma de cristal a tu misterio
 de sombra, caminante: Tu destino
 será siempre vagar !oh peregrino
 del laberinto que tu sueño encierra¡
 Mi destino es reír: sobre la tierra
 yo soy la eterna risa del camino.
***